Ballena varada en Mazagón

Ballena varada en MazagónEl pasado sábado 21 de julio vi por primera vez en mi vida una ballena varada.

Normalmente mientras estoy esperando para desayunar, me pongo a mirar por la ventana que da al mar y echo un vistazo. De repente vi una mancha negra y me quedé un poco pensativo, porque otras veces siempre me parece ver algo que luego no es. Esta vez sí era.

Se lo comenté a mi mujer —a la que le encantan los cetáceos en general, y los delfines en particular— y se puso a mirar con los prismáticos. Yo directamente me fui a por la cámara de video, que por casualidad, ese fin de semana me la había llevado a la playa.

Luego llegaron sus padres, su hermano y la novia, un tío, unos primos… al cabo de un rato éramos un montón los que estábamos mirando por la ventana. Empezamos a discutir sobre si era un delfín o una ballena, hasta que miré el LCD de la cámara de video, puse el zoom a tope y lo tuve claro… ¡era una ballena!, bueno… un ballenato.

Sobre las 10:30 llamamos al 112 para dar el aviso y por lo visto ya tenían conocimiento de la situación, porque el ballenato llevaba dos o tres días por la zona. Lo vieron por el Puerto de Huelva —donde el día antes los bomberos se tiraron 4 o 5 horas liberándolo de unas redes&mdash, Matalascañas y aquí en Mazagón.

Así que desayunamos rápido (le tuve que preparar el desayuno a mi mujer porque no había quien la despegase de la ventana) y nos fuimos mis cuñados y nosotros a la playa a verla de cerca.

Cuando bajamos ya había un coche de la Guardia Civil que lo iba vigilando y evitando que los muchos curiosos que se acercaban a él en piragua o en barco lo molestasen, o que el ballenato les hiciese daño a ellos. Lo estuvimos acompañando más o menos hasta las tres de la tarde, y luego nos fuimos a prepararnos unos bocadillos para comer rápido y volver a buscarlo, porque tenía toda la pinta de que el pobre animal no iba a aguantar mucho más en el agua y estaba buscando la orilla muy rápido.

Así que nada, después de comernos el bocadillo, nos preparamos bien para pasar toda la tarde en la playa —cometa incluída para pasar el rato— y nos marchamos otra vez. Por el camino nos encontramos con gente que nos dijeron que el ballenato ya estaba varado en la orilla, desde la tres y media o así, así que por poco no lo vimos antes de irnos a comer.

Fuimos a buscarlo muy cerca de la bajada del Parador. Allí estaba el pobre, agonizante, mecido por las olas. La boca se le veía muy rara —luego nos enteramos que tenía rota la mandíbula— y respirando como podía entre ola y ola. En este lamentable estado estuvo hasta más o menos las nueve de la tarde, momento en que llegaron desde Málaga un equipo del Centro de Recuperación de Especies Marinas Amenazadas. Unas largas horas en las que todos los que estábamos allí presentes nos preguntábamos porqué no le ponían solución al sufrimiento del animal. Yo creo que no es normal que se tarden tantas horas en aparecer para darle una solución a un problema así.

En cuanto llegaron los biólogos del C.R.E.M.A. se pusieron manos a la obra para examinar a la ballena y nos dijeron que:

  • Era una ballena yubarta.
  • Tenía unos 10 meses.
  • Estaba más delgado de lo normal, por lo que debía tener alguna enfermedad y/o llevar bastante tiempo sin comer.
  • La mandíbula la tenía rota.
  • Una aleta rota.
  • Estaba lleno de parásitos. Unos cangrejitos pegados en su piel (en el video se ven como unas manchas rojas) que uno de los biólogos me mostró y que intenté grabar, pero que al final no se grabó… :(

Así que decidieron que lo mejor era terminar con su vida para no prolongar su sufrimiento y le cogieron una vía para inyectarle un medicamento que cumpliese ese cometido. Lo dejamos ahí, inyectándole el medicamento y nos vinimos de vuelta a casa, que estábamos a unos tres kilómetros a pie y se nos estaba haciendo de noche.

Según nos comentaron, el destino del animal será el siguiente:

  • Se quedarán con el esqueleto para exponerlo en algún museo, supongo que en el Museo Mundo Marino, que por cierto no conozco y estaría interesante ir a echar un vistazo.
  • Tomaron muestras de los parásitos para estudiarlos.
  • Tomarían otro tipo de muestras para analizar.
  • El resto del animal supongo que lo enterrarían en la playa.

Y así terminó el día completo que le dedicamos al ballenato. Os dejo un video resumen de las aproximadamente dos horas que grabé durante todo el día.

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