Una de las cosas que más me gusta de los niños es su mirada mientras les cuentas un cuento. Cómo brillan sus ojos y sonríen cuando le das un giro a la historia y les cuentas algo que no se esperan.
Yo a mi hija (el niño es pequeño aún) le cuento historias que me invento, normalmente sobre la marcha, aunque ella suele decirme de vez en cuando: «papá, cuéntame el cuento de Bob Esponja» o «…el cuento de Minnie». En ese momento tengo que acordarme de qué iba la historia, o le pregunto a ella y me recuerda partes. La mayoría de las veces completo el resto con cosas nuevas.
Pero el momento que más me gusta, y veo que a ella también, es cuando la meto a ella como un personaje de la historia. Disfruta un montón, lo vive como si fuese de verdad.
Así que sugerencia para padres primerizos: Cuando le contéis un cuento a vuestros hijos, improvisad y metedlos a ellos en la historia, veréis qué bien os lo pasáis… ;)