Esta es una pregunta que me estoy haciendo bastante a menudo últimamente… Y casi siempre la respuesta es NO.
Antes, cuando me gustaba un cacharro —o gadget, que lo llaman ahora los más cool— estaba deseando tenerlo. Ahorraba dinero o le daba la tabarra a mi padre hasta que me lo compraba (anda que no me ha puesto veces de pesado). Cuando ya lo tenía lo flipaba, casi ni dormía por las noches…
Ahora puede que un cacharro me llame la atención, incluso me entran ganas de comprarlo, pero me pongo a pensar para qué lo voy a usar y por cuánto tiempo… Entonces, es cuando me doy cuenta de que quizás no me compense y no me lo compro.
También hay veces que me lo compro y luego no me arrepiento… como con la XBOX. Nunca en mi vida había tenido una consola —excepto la GameBoy original, a la que le saqué bastante partido— y la verdad, si me la llego a comprar por el tema de los juegos, habría sido tirar el dinero… pero como reproductor de música, video y fotos en el salón es la caña!. :)